Capítulo 1
Ignacio
Rodríguez, es el gerente general de R y G, trabajaba 18 horas diarias, bebía
mucho alcohol, fumaba mucho y no practicaba deporte y era un hombre con muchos
problemas en el trabajo.
Un
día Ignacio se enfureció, gritó y lo insultó a su gerente de ventas que había
renunciado momentos antes y esto le ocasionó un pre infarto que lo condujo a la
clínica.
Al cabo de unos días Ignacio se recuperó, pero el médico le recomendó cambiar su forma de vida. Que se relaje, que medite para ello le fundamentó con investigaciones científicas.
A Ignacio siempre le pareció tonto pero las explicaciones científicas lo hizo pensar y le comunicó a su esposa sobre las recomendaciones del médico y ésta se alegró y le dio la dirección de un maestro hindú.
Al cabo de unos días Ignacio se recuperó, pero el médico le recomendó cambiar su forma de vida. Que se relaje, que medite para ello le fundamentó con investigaciones científicas.
A Ignacio siempre le pareció tonto pero las explicaciones científicas lo hizo pensar y le comunicó a su esposa sobre las recomendaciones del médico y ésta se alegró y le dio la dirección de un maestro hindú.
Al
cabo de un mes Ignacio se sentía muy bien pero ese día recibió la noticia que
habían perdido una cuenta importante y empezó a gritar e insultarlo a su jefe
de ventas. En medio de todo este escándalo sintió un dolor en el pecho y se
asustó. Inmediatamente se dirigió a la casa del gurú hindú.
Cuando
llegó se estaba arrepintiendo, sentía vergüenza que las personas lo viesen ahí
finalmente un joven lo hizo pasar al interior donde se encontraba el maestro,
que era un señor, con túnica color azafrán. El gurú le preguntó varias veces a
Ignacio por que había ido a buscarlo y éste dio varias veces la respuesta que
quería aprender a relajarse, pero el maestro le preguntó una vez más cual era
el verdadero motivo que lo condujo hacia él y la respuesta de Ignacio fue que
todo esto era una pérdida de tiempo y se disponía a retirarse.
Pero
el maestro le preguntó si era feliz, pues esta pregunta lo enfureció a Ignacio
respondiendo que él era un empresario exitoso y enumeró sus posesiones a lo que
el maestro le respondió que él solo quería saber si se sentía feliz, esto
ocasionó que le saliesen las lágrimas a Ignacio. El maestro había irradiado
amor . Ignacio se sentía muy cómodo. El maestro le explicó que la felicidad no
se compra sino se siente y el que siente es el espíritu, entonces ahora debía
aprender a generar felicidad en su vida.
Ignacio
le pidió instrucciones al maestro para ser feliz y éste sacó un cofre, donde
guardaba 7 semillas, las
semillas de la felicidad. Le
dijo que cada una de ellas tiene una profunda enseñanza. El maestro le entregó
la primera semilla para que la siembre y que regrese cuando haya germinado para
descifrar la enseñanza.
Ignacio
fue a su casa y planto la semilla en su jardín , todos los días la regaba y la
cuidaba y la observaba. Pero no crecía nada.
Capitulo 2
Después
de un mes , Ignacio frustrado removió la tierra y sacó la semilla: no había
sufrido ninguna variación. A Ignacio le entraron interrogantes, dudas y se puso
furioso, pero quería que el maestro le explique lo sucedido.
El
maestro le pidió calma. Le dijo que le dio una semilla golpeada que jamás
crecería para demostrarle que los humanos somos así, que si nos golpean,
maltratan, humillan de pequeños jamás creceremos y si crecemos seremos débiles.
Pero los seres humanos golpeados de pequeños si pueden crecer y ser felices,
pero necesitan conocerse a sí mismos, tomar conciencia de su pasado y de cómo
los afecta en el presente. La primera semilla de la felicidad es el
autoconocimiento.
El
maestro le explicó que al ser maltratados de niños llenamos nuestra memoria
subconsciente de emociones destructivas, las cuales llevamos toda la vida
manifestándose en nuestro presente sin darnos cuenta, impidiéndonos ser
felices. Mientras más conciencia y conocimiento tenga uno de su subconsciente
tendrá más libertad y será capaz de ser feliz. Seguidamente el gurú le explicó
con ejemplos.
Al
día siguiente, después de trabajar en su oficina Ignacio se dirigió a la casa
del gurú.
El
maestro le explicó que cuando uno tiene traumas de niño, las emociones de estos
episodios afloran a la superficie y si uno bloquea estas emociones es como
empujar el hielo en el vaso de agua hacia abajo que siempre saldrá a flote.
Nuestra emociones afloran sin ser uno consiente de ellas, por eso hay que disolverlas como el hielo en el agua y esto se logra con paciencia. Le dijo que debe integrar su aspecto emocional y el racional para que sea feliz.
Nuestra emociones afloran sin ser uno consiente de ellas, por eso hay que disolverlas como el hielo en el agua y esto se logra con paciencia. Le dijo que debe integrar su aspecto emocional y el racional para que sea feliz.
Ignacio
le contó que ese día en su oficina lo humilló y gritó al jefe de despacho
frente a todos por un error que cometió por que así le enseño su padre.
El
maestro comenzó a indagar, a preguntar como era su padre y averiguó que había
sido exigente, no aceptaba ningún error, era violento, lo maltrataba con
patadas, con palabras groseras y que la madre de Ignacio nunca fue cariñosa.
Entonces el gurú llegó a la conclusión que para Ignacio era normal la violencia por que había crecido en ella. Le explicó que él estaba haciendo lo que su padre hizo con él cuando cometía un error.
Entonces el gurú llegó a la conclusión que para Ignacio era normal la violencia por que había crecido en ella. Le explicó que él estaba haciendo lo que su padre hizo con él cuando cometía un error.
El
maestro le recomendó que tome conciencia poco a poco de sus emociones
subconscientes, revisando cómo se manifiestan en su vida actual y que
reflexione sobre su comportamiento. A medida que entienda irán bajando su
intensidad y su influencia en él.
Que esté consciente de sus conductas agresivas, de sus pensamientos y emociones destructivas.
Que esté consciente de sus conductas agresivas, de sus pensamientos y emociones destructivas.
Luego
el gurú sacó del cofre la segunda semilla, le ordenó que la siembre y que
regrese cuando crezca.
Capitulo 3
Luego
de un mes brotó la plantita.
Ignacio
estaba de buen ánimo pero al recibir la noticia de negación de un préstamo se
enfureció y lo agredió verbalmente a su gerente de finanzas, pero algo pasó y
tomó conciencia de lo que estaba haciendo en el momento en el que ocurría el
atropello. Le pidió disculpas al gerente y sintió regocijo de haber tomado
conciencia a tiempo.
En
la tarde Ignacio fue a buscar al maestro y éste le reveló el mensaje de la
segunda semilla que es ponerse en contacto con su energía vital, le dijo que la
planta es la mimosa púdica y esta se retrae cuando siente ruidos a su alrededor
y busca su paz interior, y de la misma manera los seres humanos deberíamos
hacer lo mismo.
Para esto deberíamos dejar de pensar aunque sea algunos minutos al día para acceder a nuestra energía interior, nuestra energía vital y así podemos sentir paz, felicidad.
Para esto deberíamos dejar de pensar aunque sea algunos minutos al día para acceder a nuestra energía interior, nuestra energía vital y así podemos sentir paz, felicidad.
Así
uno poco a poco se vuelve más alegre, más tranquilo, más amoroso y le nace a
uno servir a los demás. Cuando dejamos de pensar nuestros rasgos negativos caen
y aflora una esencia maravillosa que tenemos dentro. Esa técnica de no pensar
es la meditación.
El
maestro le enseño una técnica de meditación ya que dejar de pensar no es fácil.
La técnica era sentarse cómodamente y repetir mentalmente por 15 minutos una
palabra, así poco a poco tendría una mejor concentración.
Ignacio
al practicarlo sintió una sensación de felicidad por poco tiempo, pues esta
sensación lo animó a practicar diariamente en la mañana y en la noche.
El
maestro le enseñó una técnica nueva de respiración, que se concentre en su
respiración algunos minutos cada 2 horas y esto le daría un beneficio de
lucidez.
Ignacio
tenía que presentar su empresa a un cliente potencial, para esto preparó una
presentación audiovisual en computadora y el técnico que debía encargarse de la
instalación de los equipos no había echo el trabajo, así que esto le preocupó
mucho a Ignacio y empezó a gritar pero se concentró en su respiración y pudo
calmarse.
Se
dirigió a la presentación con el técnico para que instale los equipos y así el
pudo tener una magnífica presentación que le permitió captar al cliente. Cuando
uno esta en paz y tranquilo atrae lo bueno.
El
maestro le hizo entender que el verdadero objetivo de la empresa es ofrecer un
entorno que le permita tanto a él como a su personal realizarse, crecer,
aprender, desarrollarse. La rentabilidad y el dinero son un medio y no el fin
en sí mismo.
Le
dijo que aproveche cada dificultad, cada crisis para hacerse una mejor persona.
Que continúe con su meditación, practique su respiración y que recuerde siempre
el verdadero objetivo de los negocios.
Cierto
día Ignacio cuando meditaba sintió ser uno con el todo.
El
gurú le enseño el kriya yoga, es una técnica que le permite avanzar más rápido
en la meditación que consiste en una serie de posturas del cuerpo.
Enseguida
el maestro le entregó la tercera semilla para que lo siembre y cuando esta
florezca, regresé. Le pidió paciencia, que siga practicando su meditación
añadiendo el kriya yoga.
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